Artritis: conozca los tipos, síntomas y tratamientos

La artritis es una denominación común para los procesos inflamatorios en las articulaciones, que causan molestias como dolor e hinchazón. La enfermedad es un tipo de reumatismo y puede referirse a una serie de dolencias distintas, que afectan a personas mayores de 30 años, con un predominio del 70% de mujeres.

Su aparición ha crecido mucho, junto con el aumento del envejecimiento de la población y el estilo de vida sedentario. En la actualidad, la artritis se considera uno de los principales trastornos repetitivos relacionados con el trabajo.

Tipos de artritis

Hay seis tipos principales. Cada una de ellas tiene una causa y un tratamiento diferentes a las demás, y por mucho que todas se clasifiquen como artritis, son trastornos bastante diferentes entre sí.

Artritis reumatoide

Esta afección llama la atención por el dolor y la sensación de calor anormal en las manos y las muñecas. También es común notar enrojecimiento e hinchazón en la región, así como la sensación de rigidez. Todo esto ocurre porque las articulaciones son atacadas por sus propias células de defensa.

En el reumatoide, hay una afectación del cartílago, lo que provoca deformidades a medida que avanza la enfermedad. La columna vertebral también puede verse afectada y, en ocasiones menos comunes, la columna lumbar, la columna vertebral y todos los tejidos y órganos pueden resultar dañados.

Artritis psoriásica

Este tipo surge de la progresión de la psoriasis (una enfermedad inflamatoria de la piel, probablemente debida a problemas de inmunidad). Alrededor del 8% de las personas que desarrollan psoriasis también desarrollan artritis psoriásica, que se caracteriza por la rigidez de las articulaciones.

La medicina tradicional no ofrece tratamientos para esta enfermedad. El uso de aceite de cannabis ha demostrado ser muy eficaz para controlar las erupciones en la piel y aparcar -e incluso hacer retroceder- el dolor.

Artritis séptica

También conocida como artritis bacteriana, se trata de una infección en el líquido y los tejidos de la articulación, generalmente generada por la presencia de bacterias dañinas, o de virus y hongos en casos más raros.

Los agentes invasores entran en el torrente sanguíneo o en un lugar cercano a las articulaciones, se alojan y provocan la infección. En este caso, la fiebre es un síntoma muy presente, además del dolor y la hinchazón. Los antibióticos de emergencia se administran en el momento del diagnóstico.

Artritis gotosa

Conocida como gota, es una respuesta inflamatoria a la acumulación de cristales de monourato de sodio (también conocido como ácido úrico) en la articulación.

Por lo general, la enfermedad está relacionada con el aumento de los niveles del ácido en la sangre. En este caso, es más común en los hombres, generalmente mayores de 40 años, y puede estar relacionado con factores genéticos.

Espondilitis anquilosante

Esta enfermedad es el único tipo que es más común en los hombres en la edad adulta temprana. Los primeros síntomas incluyen la falta de flexibilidad de la columna vertebral y, por lo tanto, comienza un problema de curvatura muy temprano, que suele causar problemas como dolor de espalda y de las articulaciones.

Las caderas y los hombros también suelen verse afectados. La causa de la enfermedad sigue siendo desconocida y se trata con medicamentos, fisioterapia y, en raras ocasiones, con cirugía.

Osteoartritis (artrosis)

También conocida como artrosis u osteoartrosis, se produce por el desgaste del cartílago y las consiguientes alteraciones en las estructuras óseas cercanas al cartílago desgastado. Los lugares más afectados son: las manos, las rodillas, las caderas y la columna vertebral.

El dolor articular intenso es característico de la enfermedad, además de la acumulación de líquido, las deformidades articulares y la cojera. Es frecuente en hombres y mujeres mayores de 45 años.

Posibles causas

Enfermedad autoinmune

La artritis reumatoide, por ejemplo, está causada por una enfermedad autoinmune que aún no tiene una explicación exacta. En este caso, el propio organismo comienza a atacar los tejidos.

Exceso de peso

El exceso de grasa en el cuerpo daña el cartílago de las articulaciones y produce menos colágeno, debilitando las articulaciones.

Historia familiar

Se ha comprobado que algunos casos pueden aparecer por predisposición genética. Según una investigación estadounidense, publicada en una revista cientifica, 42 regiones del ADN humano están asociadas al desarrollo del tipo reumatoide.

Edad

Las personas mayores de 65 años suelen estar más afectadas por el problema debido al desgaste natural de los cartílagos.

Trauma

Es posible que los traumatismos generados por esfuerzos repetitivos, actividades físicas, fracturas y lesiones desencadenen la afección.

Depósito de cristales

La enfermedad por depósito de pirofosfato cálcico (CPPD) es una artritis crónica que aparece debido a la acumulación de cristales de pirofosfato cálcico en los tendones y las articulaciones. Los casos son más comunes en las rodillas, las muñecas y las caderas.

Infección

Muchos organismos pueden infectar las articulaciones y causarlas. Son: salmonela, shigella, clamidia, gonorrea y hepatitis C.

Síntomas de la artritis

Como hay diferentes tipos, los síntomas también pueden variar mucho. Sin embargo, hay algunos que son comunes en casi todos los casos:

  • Dolor;
  • rigidez
  • Deformación;
  • Inflamación de las articulaciones;
  • Movimiento reducido
  • Enrojecimiento alrededor de las articulaciones;
  • Inflamación articular espontánea.
  • Estas personas pueden tener dificultades para:
  • Caminar y correr;
  • subir escalones
  • Levantar los brazos
  • Sujetar objetos;
  • en cuclillas;
  • Levantando las piernas.

¿Cómo diagnosticar?

El diagnóstico depende de la asociación de una serie de síntomas y signos característicos, además de la realización de exámenes de laboratorio y de imagen (radiografía, tomografía, análisis de sangre, artroscopia y resonancia magnética) que ayudan a confirmar la enfermedad y a controlar a los pacientes.

¿Cómo se trata?

Todavía no se ha encontrado un tratamiento que revierta la condición de la artritis, por lo que existen procedimientos y medicamentos que pueden ayudar a aparcar la condición y aliviar el dolor.

Para los dolores musculares, se puede utilizar la bolsa térmica caliente. Ya para reducir la inflamación, lo ideal es hacer una compresa fría. Los ejercicios aeróbicos ayudan a fortalecer el sistema cardiovascular, siendo beneficiosos para la mejora del cuadro.

Medicamentos

Los medicamentos indicados suelen ser:

  • Antiinflamatorios no esteroideos: para aliviar el dolor, la inflamación y la fiebre;
  • Medicamentos corticoides: ayudan a reparar los tejidos y a reducir la inflamación;
  • Analgésicos: se administran en común para aliviar el dolor;
  • Inmunosupresor: reduce la respuesta inmunitaria.

En raras ocasiones, el paciente puede someterse a una intervención quirúrgica para la implantación de una prótesis que sustituya la articulación destruida. Es esencial hacer uso de los medicamentos sólo con la prescripción de un médico.

Tratamiento natural

Cuidar el cuerpo es esencial para los que tienen artritis. Esto significa que los cuidados con el sueño, la dieta equilibrada, la ingesta de agua y el ejercicio físico deben estar al día.

En algunos casos, el paciente puede beneficiarse de la fisioterapia. En otros casos, está indicado el reposo para evitar la atrofia muscular y la rigidez articular, pero el consejo médico es quien definirá la forma de tratamiento.