El melasma es una mancha oscura o parda común en las mujeres adultas y cuya incidencia suele estar relacionada con el embarazo. La marca suele aparecer en la cara y suele parecerse a la forma de una mariposa simétrica.
A continuación, vea los tipos de melasma, cómo tratar y prevenir la enfermedad:
¿Qué es el melasma?
El melasma es una enfermedad crónica que se caracteriza por la aparición de manchas oscuras en la piel, que son muy comunes en la cara, pero que también pueden afectar al cuello, la nuca e incluso los brazos.
Es una enfermedad que altera el color de la piel y, aunque no hay cura, con los innumerables tratamientos disponibles es posible controlarla.
Melasma y Cloasma: ¿cuál es la diferencia?
El cloasma es el nombre que recibe el melasma que se produce específicamente debido al embarazo. Es decir, aparece en la piel debido a la alta producción de hormonas para generar el bebé.
Esta concentración de hormonas acaba provocando el aumento de la melanina, célula pigmentaria responsable del color de la piel, y en consecuencia provoca el cloasma.
El melasma del embarazo suele aparecer a partir de la mitad del embarazo y, en muchos casos, las manchas desaparecen meses después del nacimiento del bebé. Sin embargo, pueden permanecer o simplemente aligerarse, siendo la condición permanente.
Conviene recordar que, aunque las marcas no aparezcan durante el embarazo, hay que extremar las precauciones con la exposición al sol, que aumenta el riesgo de incidencia.
Causas
No hay una causa definida para la aparición de la afección. Sin embargo, se puede afirmar que, muchas veces, el melasma está relacionado con el embarazo, el uso de anticonceptivos y, principalmente, con la exposición al sol sin control. Por lo tanto, las mujeres son las más afectadas por la enfermedad.
El principal factor desencadenante es la exposición a los rayos UV, pero incluso la luz visible, como la de las bombillas, los ordenadores y los teléfonos móviles, puede provocar melasma.
También existe la hipótesis de que la afectación está causada por una alteración vascular que libera una sustancia responsable de estimular la melanina.
Conviene recordar que la predisposición genética también influye mucho en su aparición.
Es importante que el dermatólogo investigue el origen del melasma, ya que puede confundirse con síntomas de enfermedades, como el lupus, un problema autoinmune que provoca manchas que parecen alas de mariposa en la piel, pero con una coloración rojiza.
Factores de riesgo
Ser mujer es uno de los factores de riesgo de la afección, ya que el género femenino representa aproximadamente el 90% de los casos de melasma.
Por lo tanto, estar embarazada puede contribuir a la afección debido a los cambios hormonales, así como tener una predisposición genética y estar expuesto a altas temperaturas y a la exposición al sol.
Síntomas
Los síntomas del melasma son manchas oscuras o marrones que aparecen principalmente en la cara, sobre todo en las manzanas, la frente, la nariz y el labio superior.
También puede producirse un melasma extra facial, con incidencia de marcas en los brazos, el cuello y el pecho.
Las manchas tienen formas irregulares y bien definidas. Por lo tanto, el propio paciente puede sospechar la enfermedad, pero sólo el médico puede confirmar el diagnóstico.
Diagnóstico
Los síntomas se analizan en la consulta clínica, pero también hay aparatos que ayudan al diagnóstico, como el dermatoscopio y la lámpara de Wood, que pueden diferenciar el tipo de melasma y su localización en las capas de la piel.
Estos resultados determinarán el pronóstico y el tratamiento.
¿Puede tener complicaciones?
Si se trata correctamente con un dermatólogo, el melasma no presenta complicaciones. Sin embargo, puede tardar mucho tiempo en presentar resultados satisfactorios, como el blanqueamiento de la mancha marrón de la piel.
El único daño que puede causar el melasma es psicosocial, con el agravamiento de la baja autoestima y los problemas de relación.
¿Se puede curar?
No existe una cura definitiva para el melasma, pero es posible que las manchas se aclaren hasta el punto de no ser perceptibles. Sin embargo, aun así, las marcas pueden fortalecerse después si no hay un cuidado continuo.
¿Cómo tratar el melasma?
El micro-needling es un tratamiento realizado en la consulta del dermatólogo que utiliza un instrumento llamado dermaroller para renovar la piel. La herramienta tiene unas finas agujas envueltas en un rodillo que se aplica sobre la piel y provoca una cierta hemorragia.
Aunque es un poco doloroso, el método estimula la producción de colágeno, la oxigenación y la circulación sanguínea en la región donde se realiza. Por lo tanto, promete la renovación de la piel, atenuando las cicatrices, las arrugas, las líneas de expresión y las manchas de melasma.
Pomada y crema para el melasma
Para ayudar a eliminar las manchas, las cremas más utilizadas se basan en la hidroquinona, el ácido glicólico, el ácido retinoico y el ácido azelaico.
El especialista afirma que los resultados tardan unos dos meses en empezar a dar resultados notables, como el blanqueamiento de la región afectada. Aunque su uso está muy extendido, no siempre presentan buenas perspectivas para todo tipo de pacientes.
Tratamiento en casa
Los tratamientos caseros no sustituyen, en ningún caso, la orientación médica y las prescripciones, pero es posible adoptar algunas prácticas que pueden ayudar a potenciar la acción de la medicación.
- Mantener la piel hidratada y utilizar cremas que tengan vitaminas, como la B5, ayudan a la regeneración de la piel inflamada.
- Apostar por el uso semanal de mascarillas con agentes hidratantes también ayuda a blanquear la piel.
- Mantener una dieta rica en antioxidantes ayuda al organismo a combatir los radicales libres y el envejecimiento prematuro, hecho que mejora la salud de la piel y, por tanto, ayuda al resultado del tratamiento.
Peeling quimico
Para tratar el melasma, se suele utilizar el peeling químico, que no es más que un procedimiento estético que consiste en la aplicación de ácidos en un consultorio dermatológico.
La apuesta sirve para destruir las capas superficiales de la piel y así aclarar las manchas y potenciar la renovación.
Láser
El láser también puede ser un buen coadyuvante para el blanqueo de las manchas de melasma. Pero es necesario destacar que tanto el láser como el peeling deben ser indicados y realizados por profesionales de la salud.
La ventaja del láser es que, con sus tecnologías, puede potenciar la renovación de la piel rápidamente y presentar buenos resultados en poco tiempo. Pero hay que tener cuidado, ya que cualquier procedimiento que genere una reacción inflamatoria también puede empeorar el melasma.
Protector solar
Si para todas las personas el uso de protectores solares es esencial para prevenir el cáncer de piel, para quienes tienen melasma aún más.
Por lo tanto, los pacientes con esta enfermedad deben utilizar productos con un alto factor de protección. Además, si la exposición al sol es durante el verano, si es posible, protégete también con sombreros y gafas de sol.
Quienes tienen melasma deben elegir filtros que tengan protección contra los rayos ultravioleta A (UVA) y ultravioleta B (UVB).
Prevención
La mayor prevención para el melasma es la protección solar.
El uso del filtro debe ser diario, incluso en días fríos, nublados o lluviosos. Inclusive, los que se pasan el día dentro de la oficina, y por lo tanto piensan que están protegidos, se equivocan.
Otra medida importante es reaplicar el producto a lo largo del día.
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