Si experimenta con frecuencia falta de aire y tos, es posible que tenga asma, una enfermedad crónica que daña los conductos que permiten que el aire entre y salga de los pulmones.
En todo el mundo hay más de 300 millones de personas que padecen esta afección, considerada una de las más recurrentes del planeta.
Conozca todo sobre el asma a continuación:
¿Qué es el asma?
El asma es una enfermedad de las vías respiratorias, un estrechamiento de los bronquiolos, pequeños canales por los que circula el aire dentro de los pulmones.
Al igual que otras afecciones, el asma puede clasificarse en diferentes grados de gravedad, que van desde una afección leve hasta una molestia tan intensa que dificulta las actividades diarias.
Causas del asma
El problema es el resultado de una inflamación que hincha las vías respiratorias. También hace que los pulmones produzcan más mucosidad, dificultando aún más la respiración y provocando una tos intensa.
Factores de riesgo
Además de la genética, los factores que indican un alto riesgo de desarrollar la enfermedad son:
- Historia familiar
- Tener otra condición alérgica como la dermatitis atópica o la rinitis alérgica
- Obesidad
- Dieta poco saludable
- Baja función inmunitaria
- Aumento generalizado del uso de medicamentos, que afecta a las funciones inmunitarias normales del organismo
- Contacto con productos químicos u hollín
- Fumar (activo o pasivo)
Desencadenantes del asma
Los irritantes y las sustancias que causan alergias y pueden desencadenar los signos y síntomas del asma difieren de una persona a otra y pueden incluir:
- Polen, ácaros del polvo, esporas de moho, caspa de animales o heces de cucaracha
- Infecciones respiratorias, como el resfriado común
- Tiempo o aire frío
- Contaminantes del aire e irritantes como el humo
- Ciertos tipos de medicamentos como los betabloqueantes, la aspirina y el ibuprofeno
- Emociones fuertes y estrés
Tipos de asma
El asma crónica puede presentarse en cinco formas diferentes:
Alérgico
Se produce en momentos de estrés o de intensa carga emocional o por el contacto con alérgenos, como los olores fuertes, el polen, los ácaros del polvo y la contaminación.
Inducido por el ejercicio físico
Incluso las personas que no sufren de asma crónica pueden sufrir ataques durante el ejercicio.
Ocupacional
En este caso, el estrechamiento de los bronquiolos está causado por la exposición a productos químicos, serrín u otro tipo de sustancias que pueden afectar a los pulmones. Es común en los trabajadores de la construcción.
Debido a la medicación
Desencadenado por el contacto con pacientes con hipersensibilidad a algunos medicamentos.
Intrínseco
Un tipo de asma de causa desconocida.
Etapas del asma
Asma intermitente o de grado I
Manifestar una vez a la semana
Asma leve persistente o de grado II
Los síntomas se producen más de una vez a la semana y al menos una vez al día
Asma moderada persistente o de grado III
Es la fase en la que el asma presenta síntomas diarios y las crisis afectan ligeramente a las actividades cotidianas.
Asma grave persistente o de grado IV
Esto ocurre cuando el paciente, además de tener síntomas diarios, tiene limitadas sus actividades diarias debido a la enfermedad.
Signos y síntomas del asma
Los síntomas del asma no sólo están relacionados con la respiración, sino que pueden observarse en general en el cuerpo y el organismo.
Aquí están los principales:
- Toser
- Estornudos
- Sibilancias en el pecho
- Dificultad para hablar
- Dificultad para inhalar
- Dificultad para exhalar (sensación de asfixia)
- Presión en el pecho
- Mareos (y debilidad)
- Falta de equilibrio
- Ansiedad
- Ojos llorosos
- Picor de garganta
- Glándulas hinchadas e inflamadas
- Dificultad para realizar ejercicios físicos
- Boca seca
Ante la presencia de algunas de estas molestias, se recomienda acudir a un especialista -neumólogo, pediatra (en el caso de los niños) o médico de cabecera- lo antes posible. Los fisioterapeutas respiratorios también están cualificados para prestar atención de urgencia a los pacientes que tienen dificultades para respirar.
Diagnóstico de asma
Aunque el asma puede aparecer en cualquier etapa de la vida, se diagnostica con mayor frecuencia en la infancia. Como depende de factores hereditarios, es frecuente que se repita en más de un miembro de la misma familia.
Las pruebas que confirman o descartan el asma pueden incluir una exploración física, una prueba de medición de la función pulmonar, una prueba de metacolina, una prueba de óxido nítrico, pruebas de imagen y de alergia, eosinófilos en esputo y una prueba de asma inducida por el ejercicio o el frío.
Complicaciones
Además del deterioro de la calidad de vida del paciente, el asma suele provocar la hospitalización por ataques graves.
Sigue existiendo el riesgo de desarrollar reacciones adversas a los medicamentos para el asma.
Por lo tanto, el tratamiento adecuado guiado por un médico de confianza marca la diferencia en la prevención de complicaciones.
¿Se puede curar el asma?
Aunque está clasificada como una enfermedad sin cura, el asma puede tratarse y controlarse eficazmente.
Tratamientos
El tratamiento del asma incluye cambios de comportamiento, terapias y medicamentos, como:
Evitar los desencadenantes de los ataques
Evitar los ambientes muy contaminados o polvorientos y la exposición al humo de los cigarrillos puede ser muy beneficioso para evitar los brotes y mejorar la salud de quienes padecen esta dolencia.
Actividades físicas
La realización de deportes de forma regular, como la natación y el senderismo, tiende a mejorar la calidad de vida y la capacidad respiratoria y cardiovascular de los pacientes con el problema.
Reducir la exposición a los factores de riesgo
La exposición mínima a los factores de riesgo es importante para reducir la posibilidad de ataques de asma.
Medicamentos
Los medicamentos más habituales que se utilizan son los broncodilatadores, a menudo en forma de la famosa bomba de asma, los corticoides (en versión inhalable o inyectable) e incluso los antihistamínicos para quienes padecen alergias graves.
Aunque estos tratamientos controlan los síntomas y los ataques, no tratan la enfermedad en profundidad.
Inmunoterapia
Existen vacunas contra la alergia que reducen gradualmente la reacción del sistema inmunitario a determinados desencadenantes.
Este tipo de tratamiento es largo e incluye inyecciones semanales y quincenales durante tres a cinco años.
Tratamiento natural del asma
Existe la opción de complementar los cuidados con tratamientos naturales, aquellos que no son muy invasivos.
Es posible hacer inhalaciones con aceites esenciales de eucalipto globulus, olíbano, lavanda, melaleuca, madera de cedro, menta, bergamota y manzanilla.
El uso regular de omega 3 también puede ayudar contribuyendo a la mejora de la inmunidad.
¿Qué hacer en un ataque de asma?
Al presenciar o sufrir un ataque de asma, es importante mantener la calma. Siéntese o haga que el paciente se siente y se incline hacia adelante.
Si hay un medicamento para el asma o un inhalador disponible, ofrécelo o úsalo.
Si los síntomas persisten, es importante buscar ayuda en un hospital lo antes posible o llamar a una ambulancia.
Prevención
Aunque no existe una forma totalmente eficaz de prevenir el asma, hay algunas medidas que pueden ayudar.
Vacunas y asma
Una de ellas es estar al día con las vacunas para evitar que los resfriados y la gripe desencadenen ataques.
Identificar los desencadenantes del asma
Hay alérgenos que pueden desencadenar ataques en algunas personas. Averigüe cuáles son y tome medidas para evitarlas.
Controla tu respiración
Reconozca las señales de advertencia de un ataque inminente y busque ayuda. Si se actúa con rapidez, es menos probable que se produzca un ataque grave.
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