El ictus, también llamado derrame cerebral o simplemente apoplejía, se produce cuando hay una obstrucción o rotura de alguna arteria del cerebro.
Los dos tipos de infarto, inclusive, se refieren precisamente a la naturaleza de este accidente. Lo son:
Accidente cerebrovascular isquémico;
El ictus isquémico se produce cuando hay una obstrucción temporal de los vasos que llevan la sangre al cerebro. El ictus hemorrágico, que es mucho más grave, se produce cuando una arteria del interior del cerebro se rompe y provoca una hemorragia.
¿Qué tienen en común estos dos tipos? Están causados en gran medida por hábitos poco saludables: el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol y el sedentarismo pueden aumentar las posibilidades de que una persona sufra un ictus.
Otros factores, como la obesidad, la arritmia cardíaca, el colesterol alto, la diabetes y la insuficiencia cardíaca, también pueden aumentar las posibilidades de que se produzca una obstrucción o rotura de las arterias en el interior del cerebro.
A continuación, separamos algunas informaciones que le ayudarán a entender exactamente qué es un accidente cerebrovascular, cuál es la incidencia de los accidentes cerebrovasculares en el mundo y sus posibles causas. Compruébalo.
Incidencia del ictus en el mundo
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los accidentes cerebrovasculares son la segunda causa de muerte en el mundo, y la tercera en la lista de enfermedades responsables de la discapacidad o la incapacidad de las personas.
Aún así, según la OMS, el 70% de los accidentes cerebrovasculares y el 87% de las muertes o discapacidades causadas por este problema se producen en los países en desarrollo, donde predominan las poblaciones de ingresos bajos y medios.
Para hacernos una idea, en las últimas cuatro décadas, el número de casos de ictus en estos países se ha duplicado con creces, mientras que en las naciones desarrolladas ha descendido un 42%.
En estos países, por cierto, la edad media de las víctimas es 15 años superior a la de las personas que sufren un ictus en los países más pobres.
¿Qué es exactamente la apoplejía?
El ictus es una enfermedad que afecta al cerebro y sus vasos. De los dos tipos de ictus existentes – isquémico y hemorrágico – el primero representa la mayoría de los casos registrados (80%), mientras que la forma más grave de ictus afecta a menos personas (20%).
El ictus isquémico se produce cuando hay una falta momentánea de sangre en una determinada región del cerebro.
La sangre lleva oxígeno y nutrientes a las células. Su ausencia en el cerebro puede provocar lesiones y la muerte de las neuronas en pocos minutos.
El ictus hemorrágico, en cambio, se produce cuando se rompe un vaso. Por ello, es una forma mucho más grave de ictus, teniendo muchas más posibilidades de dejar alguna secuela.
Cuando una arteria se rompe dentro del cerebro, decimos que se produce una hemorragia encefálica. Esto provoca un efecto irritante en el lugar de la hemorragia y aumenta la presión dentro del cerebro.
Posibles causas de la apoplejía
El principal factor de riesgo de sufrir un ictus es la hipertensión arterial. Por lo tanto, quienes padecen este problema deben mantenerlo siempre bajo control y con un seguimiento médico.
Las personas mayores, y en especial las que tienen diabetes, colesterol alto o problemas cardiovasculares -como arritmias o insuficiencia cardíaca- también están en el grupo de mayor vulnerabilidad al ictus.
Además, los factores genéticos y hereditarios también pueden influir y aumentar los riesgos de que alguien acabe sufriendo un ictus.
Malos hábitos
Como hemos avanzado anteriormente, algunos hábitos negativos pueden favorecer -y mucho- la aparición de un ictus. Las personas que fuman, beben alcohol en exceso, son sedentarias o padecen obesidad acaban teniendo más posibilidades de sufrir un ictus.
Por eso, el conocimiento de estos factores es fundamental en la batalla de las instituciones de salud para intentar reducir los casos de la enfermedad en todas partes del mundo.
Publica un comentario