La glucemia elevada, también conocida como hiperglucemia, es un problema común en los pacientes con diabetes de tipo 1 y 2 y se produce cuando el organismo no puede producir suficiente insulina para convertir la glucosa (azúcar) en energía.
La enfermedad, cuando no se trata, puede provocar diversas complicaciones, como el compromiso de los vasos sanguíneos e incluso de los órganos o nervios del cuerpo.
Para saber si una persona padece o no hiperglucemia, basta con un simple análisis de glucosa que mide la tasa de azúcar en el torrente sanguíneo. La tasa normal es de hasta 110 mg/L. Los valores más altos indican niveles altos de glucosa en sangre y deben ser controlados.
¿Cuáles son los síntomas de los niveles altos de glucosa en sangre?
Reconocer los síntomas de la hiperglucemia no es difícil y es muy importante para tratar el problema antes de que cause complicaciones más graves.
Hay algunos signos de glucosa alta que debemos tener en cuenta. Los llamados síntomas iniciales son más sencillos de tratar:
- Sed excesiva
- Visión borrosa
- Sensación de cansancio
- Dolores de cabeza
- Necesidad constante de orinar
Los síntomas tardíos de la hiperglucemia, que suelen producirse cuando el paciente no se da cuenta de las primeras señales de alerta del organismo, son los siguientes
Pérdida de peso causada por la falta de insulina: el cuerpo comienza a gastar grasa almacenada en lugar de azúcar, que no puede ser metabolizada y convertida en energía
- Boca seca
- Náuseas y vómitos
- Sensación constante de cansancio
- Mal aliento
- Confusión mental
- Dificultad para respirar
- Dolor abdominal
¿Qué causa la hiperglucemia?
Como hemos mencionado, la hiperglucemia se produce cuando el cuerpo no puede producir suficiente insulina para eliminar el exceso de azúcar del torrente sanguíneo y convertirlo en energía.
Hay varias razones por las que se puede desarrollar esta condición. La más común es la diabetes -tanto de tipo 1 como de tipo 2-, pero puede haber otras causas, como:
- Pancreatitis
- Hipertiroidismo
- Síndrome de Cushing
- Cáncer de páncreas
Sin embargo, antes de preocuparse, es importante consultar a un médico para saber de qué se trata. Una crisis hiperglucémica no siempre indica la presencia de una enfermedad grave, como un tumor. Además, hay otros factores desencadenantes que pueden provocar niveles elevados de glucosa en sangre:
- Estrés emocional
- Un cambio de medicación
- Cambios en la dieta
- Comer en exceso
- Estilo de vida sedentario
- Resfriado o gripe
- Cirugía o lesión reciente
- Insulina incorrecta o insuficiente (para pacientes con diabetes)
¿Cuáles son los tipos de hiperglucemia?
También es muy importante no confundir los dos tipos de hiperglucemia que existen. Están los provocados por el ayuno durante periodos de 8 horas o más, en los que el nivel de glucosa puede alcanzar los 130 mg/L.
La hiperglucemia posprandial, en cambio, se produce cuando los niveles de glucosa en sangre son superiores a 180 mg/L, un índice que es normal hasta dos horas después de una de las principales comidas del día, como la comida o la cena.
¿Qué hago cuando mi glucosa es alta?
Si tiene diabetes, se recomienda que controle su glucosa tres veces al día. Si se produce una crisis hiperglucémica, se recomienda que el paciente tome insulina de sustitución. Pero si la afección persiste, lo mejor es acudir a un médico para que le recomiende el tratamiento más adecuado a su caso.
Pero si no tiene diabetes, esté atento a los síntomas de niveles altos de glucosa en sangre descritos anteriormente y busque atención médica.
¿Cuándo llamar a emergencias?
Llame a los servicios médicos de emergencia si está enfermo y no puede comer o si su nivel de glucosa en sangre es persistentemente superior a 240 mg/L.
¿Cuáles son las complicaciones de la hiperglucemia?
- A largo plazo, la hiperglucemia puede provocar:
- Enfermedades cardiovasculares
- Daños en los nervios
- Daño renal o insuficiencia renal
- Daños en los vasos sanguíneos de la retina, que pueden provocar ceguera
- Cataratas
- Pie diabético: daños en el pie causados por nervios dañados o por un flujo sanguíneo deficiente, que pueden provocar infecciones, úlceras y amputaciones.
- Problemas óseos y articulares
- Problemas óseos y articulares, como la enfermedad de las encías
A corto plazo, la glucosa alta en sangre puede provocar:
Cetoacidosis diabética
Esto ocurre cuando no hay suficiente insulina en el organismo, lo que puede hacer que el cuerpo empiece a descomponer la grasa para obtener energía. Esto crea cetonas, que en exceso pueden provocar un coma diabético y la muerte.
Estado hiperglucémico hiperosmolar
Se caracteriza porque la producción de insulina no funciona correctamente, lo que provoca la salida de glucosa a través de la orina, con riesgo potencial de deshidratación y muerte.
¿Cómo se pueden prevenir nuevos episodios de hiperglucemia?
Los buenos hábitos de vida y una glucosa estable tienen todo que ver entre sí. En otras palabras, seguir una dieta regular -seas o no diabético- es esencial, así como hacer ejercicio con regularidad.
Tomar la medicación prescrita por el médico y medirse la glucosa al menos tres veces al día son también recomendaciones que los pacientes con diabetes deben tener en cuenta.
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